Formar personas que se distingan por su alta preparación cultural, humana y espiritual para que colaboren en la construcción de una mejor sociedad. Para ello, nos proponemos llevarles a entender su realidad y las posibilidades y limitaciones que ésta encierra; ayudarles a adquirir críticamente los conocimientos básicos sobre el hombre y su mundo, el sentido relativo de las cosas y adoptar una postura positiva al cambio; asegurar el crecimiento de su personalidad; la apreciación de las experiencias, de la necesidad del intercambio de las ideas, la valoración y responsabilidad que implican las interrelaciones con los miembros de la comunidad.